Una forma eficaz de mantener una temperatura agradable en el hogar es mediante la implementación de paneles termoaislantes. Estos materiales ayudan a conservar el calor en invierno y a mantener el frescor en verano, lo que se traduce en un mayor confort y ahorro energético. Además, pueden instalarse en techos, paredes o pisos, adaptándose a distintas necesidades.
En este artículo te explicamos cómo aislar térmicamente una casa de forma práctica y efectiva. Desde sellar puertas y ventanas hasta elegir los materiales correctos, hay muchas formas de lograrlo. ¡Sigue leyendo y descubre los consejos clave para aplicarlo en tu hogar!
Una gran parte del calor interior se escapa por el techo, especialmente en viviendas de un solo piso, por lo que aislarlo debe ser prioridad. Para ello, puedes usar paneles de lana de roca, celulosa o poliestireno expandido, colocándolos entre las vigas o directamente sobre el techo.
Si tu casa tiene un entretecho, bastará con colocar el aislante sobre el suelo de ese espacio para mejorar notablemente la eficiencia térmica.
En Mavit, contamos con paneles UPVC compuestos por una cara superior de UPVC, una inferior de aluzinc y un núcleo de poliestireno expandido, ideales para zonas costeras o con lluvias ácidas, garantizando durabilidad y eficiencia en climas exigentes.
Te puede interesar: ¿Cuál es el aislante térmico más eficiente? Comparativa de materiales
Las paredes también son responsables de una importante pérdida energética. Si estás realizando una remodelación, considera aplicar un sistema de aislamiento térmico por el exterior, que cubre la fachada con paneles aislantes sin quitar espacio interior.
En caso contrario, puedes colocar aislamiento por dentro usando placas con materiales como poliestireno o lana mineral. Si tu vivienda tiene cámaras de aire entre muros, otra opción es rellenarlas con espuma de poliuretano o celulosa insuflada.
En Mavit, ofrecemos paneles de fibrocemento, ideales para muros y fachadas, compuestos por placas de este material y un núcleo de poliestireno expandido. Este sistema proporciona excelente aislamiento térmico y acústico, además de ser resistente al fuego y a climas extremos, sin requerir mantenimiento constante.
Las ventanas son uno de los puntos más vulnerables al frío y al calor. Lo ideal es contar con ventanas de doble o triple acristalamiento, que incorporen una cámara de aire entre los vidrios.
Si además tienen marcos de PVC o madera, ayudarán a cortar el puente térmico. Si no puedes cambiar las ventanas, al menos asegúrate de sellar bien los bordes con burletes, y considera usar cortinas gruesas o térmicas para reforzar la protección.
Las puertas, sobre todo las que dan al exterior, también pueden ser fuente de filtraciones térmicas. Para mejorarlas, instala burletes en los bordes y coloca un tapón aislante en la parte inferior.
Si puedes permitirte una renovación, cambia la puerta por un modelo con núcleo aislante. En muchos casos, estas pequeñas intervenciones son suficientes para evitar corrientes de aire y mantener la temperatura interior más estable.
El frío puede filtrarse fácilmente por el suelo, en especial si tu vivienda se encuentra sobre un sótano o garaje. Un buen consejo de aislamiento térmico es instalar placas de poliestireno antes de colocar el revestimiento final. Como medida complementaria en invierno, colocar alfombras gruesas puede ayudar a reducir la sensación de frío en los pies.
A menudo, los detalles hacen la diferencia. Las filtraciones de aire por enchufes, cajas eléctricas o uniones de muros con puertas y ventanas pueden afectar el aislamiento general.
Inspecciona bien estas áreas y utiliza masilla, silicona o espuma expansiva para sellar cualquier rendija. Asimismo, asegúrate de que los extractores de aire tengan válvulas antirretorno para evitar pérdidas innecesarias.
Aunque no sustituyen un aislamiento térmico adecuado, las soluciones textiles pueden ayudar a mejorar el confort. Las cortinas térmicas, estores enrollables y persianas sirven para retener el calor en invierno y bloquear el sol en verano. Aprovecha la luz natural abriendo las cortinas durante el día y ciérralas por la noche para evitar que el calor se escape.
Te puede interesar: Aislamiento en paredes: Mejora la eficiencia térmica
No es necesario reformar toda la casa de una sola vez. Puedes priorizar las zonas que más lo necesitan, como el techo o las ventanas, y luego avanzar hacia muros, suelos o puertas. Invertir en aislamiento térmico para tu casa es una decisión inteligente: a largo plazo, recuperas el gasto con lo que ahorras en electricidad y climatización.
Ahora ya sabes cómo aislar térmicamente tu vivienda y qué materiales o técnicas pueden ayudarte a mantener una temperatura agradable durante todo el año. Desde la instalación de paneles termoaislantes hasta el correcto sellado de puertas y ventanas, cada acción suma para mejorar la eficiencia energética y el confort de tu hogar.
Recuerda que no es necesario hacer una gran inversión de inmediato; puedes aplicar los consejos de forma progresiva según tus necesidades y presupuesto. ¡Empieza hoy mismo a transformar tu casa en un espacio más cálido, eficiente y acogedor!
En MAVIT, somos expertos en soluciones de construcción innovadoras, diseñadas a la medida de tus proyectos. ¡Contáctanos para recibir asesoramiento personalizado y llevar tus obras al siguiente nivel!